Acá, perdido en todas partes,
me sobra el tiempo para reinventarme,
reinventarte, recordarnos.
Todavía éramos algo cuando descubrí el silencio.
Aún duele la dulce puerta
que te hace inalcanzable.
Pero, aunque ella no existiera,
sé que caminaré cada minuto
mordiendo el silencio que te evoca.
Incluso si nuestras sombras se juntan,
cualquier lugar que piso es tu ausencia.