Si nos encendemos de lo mismo
ya no moriremos. Habremos llegado
a un tiempo más suave y sin tiempo
donde la desgracia se quemará los ojos.
Un canto de hojas verdes nos llevará de la mano
y el aire llorará de amor al recordarnos.
Si nos encendemos de lo mismo
ya no moriremos. Habremos llegado
a un tiempo más suave y sin tiempo
donde la desgracia se quemará los ojos.
Un canto de hojas verdes nos llevará de la mano
y el aire llorará de amor al recordarnos.
Mirar atrás es comprender que algunas casas estaban podridas desde el primer ladrillo, que los sueños no son digeribles, que nuestra...